désir
arrojo anillos de humo tan reales como pestilentes
un constante movimiento soportado en una tensión desesperante
un silencio estrepitoso que se vuelve siniestro
una voz que encuentro cada vez más inapropiable, impropia
una sutil incomodidad en el habla
una irreversible errancia al caminar
una inquietante confirmación por tener un cuerpo
un aire húmedo que condensa la lobreguez
errabundeos que no expresan ni la mitad del sentir
me lanzo sin sobresaltos
-¡voy! digo en un diálogo interno
percibo la señal desde este frágil y maltrecho cuerpo
frío, como si estuviera en un desierto de noche
frío, como si estuviera desnudo
frío, la nada del desierto, del que tanto hablo
no hay nadie aquí, estoy solo con mis palabras
dejo de depender del cuerpo
ahora pendo de él
división irremediable, necesaria
angustia
¿será su voz o su mirada
lo que viene a faltar esta vez?
hace tiempo no sacudía así
presencia de deseo, su señal
apertura y cierre, lo que no engaña,
meras explicaciones resistenciales
necesito tiempo
pasa el tiempo
se suma al galope
tu nombre sobre mi nombre,
siento la barradura
no sabía que soy un jinete
soy yo, el que galopa esta vez
corazón rítmico:
un corazón que galopa y galopa
tanto que quiere salirse de su lugar
angor
el gato mira y se asusta,
esto soy yo, le digo
un jinete frágil
conmovido, porque pude solo
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